La pregunta que flota en el ambiente es: ¿por qué espía Estados Unidos a su vecino del sur? ¿Qué busca? ¿Recursos, terroristas, posibles inmigrantes? Descarto el tema de los recursos a la luz de la que se sabe es ya una práctica autosuficiencia estadounidense en materia energética. Elimino la cuestión de los emigrantes en virtud del acuerdo senatorial de invertir más de 38 mil millones de dólares en el reforzamiento de la seguridad fronteriza, lo que implica su sellamiento. Me queda únicamente el argumento del terrorismo, que es, a todas luces, la gran obsesión estadounidense desde los lamentables acontecimientos del 11 de septiembre 2001.

Pero en México no hay terroristas y a Estados Unidos éstos han llegado provenientes de otros países o incluso se ha tratado de ciudadanos estadounidenses. De ahí la protesta voceada por el propio presidente mexicano.

via Espionaje de última generación.